domingo, 26 de junio de 2016

La fiesta de San Juan en el Cambá Cua

NIÑOS, JOVENES Y ADULTOS SE DIVIRTIERON EN UNA NOCHE A PURA TRADICIÓN

Este viernes 24 de junio la cita fue en el predio del Club Cambá Cuá de Itá Ibaté para celebrar la festividad de San Juan. Se trata de una tradición de la colonia española, profundamente arraigada en la cultura popular paraguaya, también en la Argentina, pero que de apoco en nuestro país de va perdiendo.

Esta oportunidad un grupo de personas del Club Cambá Cuá le imprimieron su sello, para mantener vivo la festividad tradicional de San Juan. 

La actividad comenzó con el juego de colocarle la cola al chancho, al competidor se le venda los ojos, luego de varios giros tiene que dirigirse a la pizarra donde está el dibujo del cerdo y dibujar con una tiza la cola. Las ganadoras fueron solamente las niñas, los varones no tuvieron puntería a la  hora de dibujar la cola.

Luego siguió la búsqueda de la moneda en un plato exageradamente lleno de harina, el  juego consiste en sacar la moneda con la boca, sin hacer uso de las manos. Seguidamente dio paso a la carrera de embolsado.

La danza no pudo estar ausente en esta ocasión, la Academia Municipal 7 de junio hizo una presentación de baile. La animación a cargo de Rafael Palacios.

Cerca de las diez de la noche se procedió a tres sorteos de premios con el número de las entradas. Siguió con la corrida del gallo, en primer término lo hicieron los varones, luego las mujeres. Después vino la subida al palo enjabonado, que un principio parecía que no iba lograr nadie llegar a la meta, pero después de media hora de juego, el joven Julio Aquino logró trepar hasta llegar al premio que se hallaba adherido al poste. Justo ganador de $ 100. 
  
Después llegó el turno de jugar al fútbol sin arco ni goles, con una pelota de trapo ardiente en llama, llamada Pelota Tatá.

Siguió con el cruce de brasas, denominado Tata Yejhasa, constituye un fenomenal acto de fe. Porque afirma la tradición popular, que aquel que tiene firme su creencia, el santo lo protege y puede pasar descalzo sobre un colchón de brasas al rojo vivo y no le sucede nada y de esta manera demuestra públicamente su fe por San Juan Bautista. 

Luego vino la quema del muñeco del tamaño real de una persona, con cohetes en su interior, el muñeco significa “el judas”.
Para cerrar la noche apareció el toro candil con sus astas en llama, su función es espantar con sus cuernos a los participantes de la fiesta. 








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