Lo dijo el Presbítero Jorge Ojeda en su homilía, de la misa solemne del 8 de diciembre donde participaron las autoridades del pueblo con motivo de la fiesta patronal de la Inmaculada Concepción, además pidió que seamos humildes.
Luego agregó. “Podemos mirar el progreso del pueblo, podemos mirar el progreso del templo, pero como digo siempre, sin el progreso espiritual, nada tiene sentido”.
“Ojala no haya sido en vano estos nueve días de fiesta. Dios nos regaló la posibilidad de encontrarnos con nosotros mismos, durante estos nueve días nos fue demostrando que no estamos solos, sino que él nos da las herramientas para poder enfrentar la vida y vivirla de la mejor manera”.
“Cosa que esta vida sea una preparación para la otra vida, para la vida plena, la vida que no va haber dolores, porque va ser una vida junto a Jesús”.
“En Itá Ibaté nos damos cuenta de que en la medida que seamos capaces de unirnos logramos cosas importantes. Ojalá que ese cambio llegue hasta el corazón y logremos cosas importantes. Agradeció a Dios en nombre de todos, porque estamos alegres”
Hoy, durante esta novena y fiesta patronal Dios quiere seamos personas nuevas, a través del Espíritu Santo nos regala, lo único que hace falta, que yo sea capaz de abrir el corazón.
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