Esta fecha se recuerda un episodio nefasto ocurrido en la historia de nuestro país, la destitución de la Presidente Constitucional de la Argentina María Estela Martínez de Perón ocurrido el 24 de Marzo de 1976, la que llego a esa función como prescribe la ley máxima. Con el objetivo de tener presente en la memoria de las actuales y las futuras generaciones, el Congreso Nacional atreves de una ley estableció que es un día feriado (El día de la Memoria de la Verdad por la Justicia).
Es importante que reflexionemos sobre el significado real de lo que ocurrió luego de esa fecha, en el Gobierno Civicomilitar, con la pomposa denominación de “Reorganización Nacional”, quienes llegaron al poder lo hicieron con el pretexto de combatir al terrorismo, ya que en la Argentina y en casi todo Latinoamérica operaban grupos insurgentes, en el marco de la guerra fría y en nuestro país también como efectos, por la imposibilidad de la población a participar democráticamente en la vida política, teniendo en cuenta que las interrupciones de los gobiernos electos por el pueblo, eran frecuentes en las décadas anteriores, donde los uniformados actuaban como un partido más, con la diferencia que portaban armas.
El Proceso de Reorganización Nacional, inicio el terrorismo de estado, persiguiendo, secuestrado, encarcelando, haciendo desaparecer a personas, aplicando terribles torturas, prohibiendo a los artistas, científicos y obligándolos al exilio, también los grupos de tareas se dedicaban a rapiñar los bienes de sus víctimas, el robo de niños y asesinato de sus madres que daban luz en cautiverio, casi siempre en condiciones infrahumanas. Esta es una justada reseña de la acción represiva, que según los organismos de Derechos Humanos, dejó como saldo más de treinta mil desaparecidos. Pero no menos nefasta resulto la política económica implementada por los militares y civiles que gobernaban en ese periodo, provocando el cierre de centenares de fábricas, la desocupación creció y se precarizo marcadamente el nivel de vida de las clases sociales populares, la deuda externa de la Argentina trepo desmesuradamente, que en 1976 rondaba en los 7.000 millones y en 1983 asedia a más de 40.000 millones de dólares, condicionando el futuro del país. Como corolario de todos los desaciertos, la dictadura al verse jaqueada por la situación económica, la inflación y la presión internacional por la violación de los derechos humanos, lo que significó un gran desprestigio. Recurren a una causa que siempre estuvo en el sentimiento nacional, decidieron ocupar militarmente las Islas Malvinas, lo que llevo a nuestro país a una guerra con Gran Bretaña, para la que no estábamos preparados; donde enviaron al frente bélico a fuerzas armadas compuestas mayoritariamente por soldados conscriptos, sin la preparación debida y peor armados, para enfrentar a fuerzas profesionales muy bien equipadas.
Todo esto y seguramente otras calamidades más, significan el 24 de Marzo para los argentinos que vivió una dictadura que llego al poder con la anuencia de sectores políticos, religiosos, sindicales, y más aún del sector empresario y los grupos económicos, es decir que los militares no llegaron solos al poder.
Por todo lo descrito, es deber de todo ciudadano bregar en el sostenimiento de la democracia, que no es perfecta pero si perfectible (NO ES LO MISMO VIVIER EN DEMOCRACIA QUE EN DICTADURA). Prof. Francisco Héctor Rodríguez
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